Cartas de suicidio: despedidas absolutas

abstenerse góticos y fans de Tim Burton

martes, agosto 22, 2006

carta de suicidio de un fan de Kiss que odia a la gente cool

Hoy en día da igual casi cualquier cosa, como diría mi abuela a esta sociedad le da igual ocho que ochenta, mientras seas mínimamente cool y seas políticamente correcto serás aceptado y ya está, lo de cool no lo diría mi abuela, al oír esa palabra arrugaría aun más la cara y después seguiría haciéndome un jersey o una bufanda.
Esto no viene al caso, la cosa es que mis amigos se reían de mi porque escuchaba discos de Kiss, ahora un tío que conozco que es “videojokey” o alguna estupidez parecida me da un montón de pasta por mis viejos discos. Resulta que un tío en Berlín ha puesto de moda camisetas con las caras de los cuatro idiotas maquillados, total, que ha provocado una especie de revival y un idiota quiere discos de Kiss para una fiesta temática en algún estúpido antro, ya sabéis, uno de esos en los que sumas el precio de toda la ropa y tienes el PIB de un país pequeño. Lógicamente no le he vendido los discos y me he pasado toda la tarde escuchando Dinasty.
Tenía una especie de colega, regentaba una librería de segunda mano donde el grueso de las ventas eran revistas porno pringosas, pues bien, yo me reía de él cuando aquél idiota remezcló a los Vétales con un rapero americano. Mi conocido era un puto brit hasta la médula, jodidas patillas que llevaba. Pues yo me reía de él, sus queridos escarabajos pisoteados y el destrozado, masticando rabia tras un mostrador lleno de pegatinas de los cuatro de Liverpool.
Algo que yo pensé que nunca me pasaría, soy fan de Kiss, unos tíos que se vestían como heavys, se maquillaban como para una misa negra, su nombre era beso con la caligrafía de las SS, y después cantaban baladas menos duras que la puta roxette, el jodido Gene Simmons tenía un bajo en forma de hacha y se hacía llamar el demonio para canturrear “I was made for lonving you, baby”. Estaba claro que eran un grupo a desaparecer en el olvido, destinado a desaparecer con la muerte de los fans que tuvieran en vida. Yo amo a esos cuatro idiotas con la cara pintada de blanco y negro, y ahora viene un puto coolhunter o como se llamen ahora los modernillos y me jode la vida.
Se que no es para que me lo tome así, que lo mismo que a aquel idiota en Berlín se le ocurrió eso a un idiota de la Roma underground se le podría haber ocurrido hacer “sesiones” pinchando a los Turtles y haber meado sobre el “so happy togheter” y ahora yo me reiría de una amiga mía, pero no, la tomaron con Kiss y lo van a pagar.
Esa puta fiesta “alternativa” se va a ir a tomar por culo, me voy a colar esta noche, voy a atrancar las putas salidas de emergencia y a volar un par de pequeñas bombonas que llevo escondidas en la chupa.
Bueno, como me voy a inmolar con esos idiotas después no voy a poder explicarme demasiado, por lo que quiero decir dos cosas. La primera es que hago esto por la memoria de esos cuatro monstruos con la cara pintada como payasos, sois grandes tíos, os quiero. Y la segunda es que siento haber esperado a ahora, quizás si hubiera ayudado a mi colega cuando mancillaron a los Beatles esto no hubiera pasado, esto nos pasa por estar separados y dejar a los modernillos vagar libres desde sus lofts hasta sus restaurantes de moda, mancillándolo todo sin apreciar nada más allá de la cocaína. Os odió y esta noche me voy a llevar unos cuantos por delante.

Rock and Roll, Baby.



Forma de suicidio recomendada: Como quieras, pero llévate a muchos por delante, antes que se “interesen” por lo que tu más amas