Cartas de suicidio: despedidas absolutas

abstenerse góticos y fans de Tim Burton

viernes, agosto 25, 2006

carta de suicidio de Plutón

Acabó de ver las noticias en la televisión, dicen que ya no soy un planeta. Todos los astrónomos del mundo se han reunido y debatido largamente para llegar a esa conclusión, no soy un planeta.
Es lo que tienen los astrónomos, tienen el corazón como su materia de estudio, negro y vacío, y después soy yo el que es de hielo, cabrones. Tú no puedes hacer una cosa así, no puedes de pronto despojar a algo de su entidad, yo soy un planeta desde los años treinta del Siglo XX, siempre he sido un planeta, el noveno planeta, Plutón; y de la noche al día ya no lo soy, ahora sólo me cabe preguntarme que soy. Dios, seguramente no ahora no soy más que un estúpido asteroide, una simple bola de piedra sin entidad, como toda esa infinita amalgama que hay entre Marte y Júpiter. Es el día más triste de mi vida. Yo era un planeta, con mi nombre de Dios grecolatino y todo, Plutón, Dios de los infiernos en la cosmogonía romana. Eso debería tener el respeto de alguien, ¿no? Dios de los infiernos…
Pero me da igual, si no me quieren en su maldito sistema solar no les molestaré, no dejaré que nadie me confunda con un planeta. Soy un asteroide, ¿no? Un mero planeta menor hijo de otro, un desecho. Pues bien, este asteroide va a tener un final digno de su nombre, volveré a casa, a Neptuno, el que dicen que es mi padre, mi creador, aunque siendo menos poético más que crearme lo que hizo fue desecharme. Bien, vuelvo a casa, impactaré sobre Neptuno, esta estúpida bola de nieve con nombre de Dios que soy volverá a ser un planeta, parte de uno al menos.
El espacio es demasiado grande, absurdo y ciego, para él no somos más que polvo, lo único que te salva de eso es un nombre, yo era un Dios, ahora soy un asteroide más en un registro interminable, nada que se merezca ser considerado por encima de la categoría de mota de polvo.
Neptuno, tu hijo vuelve a casa.



Forma de suicidio recomendada: Impactar en un cuerpo celeste mayor.

martes, agosto 22, 2006

carta de suicidio de un pato

Cuac cuac cu cuac cac cac cu cu cuac cac cauc cuac cuac ca cac cu cuac cauc cuac cuac cuac cu cu cu cuca cuac cuac cuac cuac cu cu cuac cac cauc cuac cuac ca cac cu cuac cauc cuac cuac cuac cu cu Cu cuca cuac cuac cuac cuac cu cu cuac cac cauc cuac cuac ca cac cu cuac cauc cuac cac cac cu cuac cuac cuac cu cu cu cuca cuac cuac cuac cuac cu cu cuac cac cauc cuac cuac ca cac cu cuac cauc cuac cuac cuac cu cu cu cuca cuac cuac cuac cuac cu cu cuac cac cauc cuac cuac ca cuac cu cu cuac cac
Cu cuac cauc cuac cuac cuac cu cu cu cuca cuac cuac cuac cuac cu cu cuac cac cauc cuac cuac ca cac cu cuac cauc cuac cuac cuac cu cu cu cuac cuca cuac cuac cuac cuac cu cu cuac cac cauc cuac cuac ca cac cuac cu cu cac cu cuac cauc cuac cuac cuac cu cu cu cuca cuac cuac cuac cuac cu cu cuac cac cauc cuac cuac ca cac cu cuac cauc cuac cuac cuac cu cu cu cuca cuac cuac cuac cuac cuac cac cac cu cuac cac cauc cuac cuac ca cac cu cuac cauc cuac cuac cac cac cu cuac cuac cu cu cu cuca cuac cuac cuac cuac cu cu cuac
Cac cauc cuac cuac ca cac cu cuac cauc cuac cuac cuac cu cu cu cuca cuac cuac cuac cuac cu cu cuac cac cauc cuac cuac ca cac cu cuac cauc cuac cuac cuac cu cu cu cuca cuac cuac cuacu cu cuac.



Forma de suicidio recomendada: Cuac cuac.



Nota del autor: Lo siento, no me he podido resistir, prometo que no se volverá a repetir, he tenido un mal día.

carta de suicidio de un fan de Kiss que odia a la gente cool

Hoy en día da igual casi cualquier cosa, como diría mi abuela a esta sociedad le da igual ocho que ochenta, mientras seas mínimamente cool y seas políticamente correcto serás aceptado y ya está, lo de cool no lo diría mi abuela, al oír esa palabra arrugaría aun más la cara y después seguiría haciéndome un jersey o una bufanda.
Esto no viene al caso, la cosa es que mis amigos se reían de mi porque escuchaba discos de Kiss, ahora un tío que conozco que es “videojokey” o alguna estupidez parecida me da un montón de pasta por mis viejos discos. Resulta que un tío en Berlín ha puesto de moda camisetas con las caras de los cuatro idiotas maquillados, total, que ha provocado una especie de revival y un idiota quiere discos de Kiss para una fiesta temática en algún estúpido antro, ya sabéis, uno de esos en los que sumas el precio de toda la ropa y tienes el PIB de un país pequeño. Lógicamente no le he vendido los discos y me he pasado toda la tarde escuchando Dinasty.
Tenía una especie de colega, regentaba una librería de segunda mano donde el grueso de las ventas eran revistas porno pringosas, pues bien, yo me reía de él cuando aquél idiota remezcló a los Vétales con un rapero americano. Mi conocido era un puto brit hasta la médula, jodidas patillas que llevaba. Pues yo me reía de él, sus queridos escarabajos pisoteados y el destrozado, masticando rabia tras un mostrador lleno de pegatinas de los cuatro de Liverpool.
Algo que yo pensé que nunca me pasaría, soy fan de Kiss, unos tíos que se vestían como heavys, se maquillaban como para una misa negra, su nombre era beso con la caligrafía de las SS, y después cantaban baladas menos duras que la puta roxette, el jodido Gene Simmons tenía un bajo en forma de hacha y se hacía llamar el demonio para canturrear “I was made for lonving you, baby”. Estaba claro que eran un grupo a desaparecer en el olvido, destinado a desaparecer con la muerte de los fans que tuvieran en vida. Yo amo a esos cuatro idiotas con la cara pintada de blanco y negro, y ahora viene un puto coolhunter o como se llamen ahora los modernillos y me jode la vida.
Se que no es para que me lo tome así, que lo mismo que a aquel idiota en Berlín se le ocurrió eso a un idiota de la Roma underground se le podría haber ocurrido hacer “sesiones” pinchando a los Turtles y haber meado sobre el “so happy togheter” y ahora yo me reiría de una amiga mía, pero no, la tomaron con Kiss y lo van a pagar.
Esa puta fiesta “alternativa” se va a ir a tomar por culo, me voy a colar esta noche, voy a atrancar las putas salidas de emergencia y a volar un par de pequeñas bombonas que llevo escondidas en la chupa.
Bueno, como me voy a inmolar con esos idiotas después no voy a poder explicarme demasiado, por lo que quiero decir dos cosas. La primera es que hago esto por la memoria de esos cuatro monstruos con la cara pintada como payasos, sois grandes tíos, os quiero. Y la segunda es que siento haber esperado a ahora, quizás si hubiera ayudado a mi colega cuando mancillaron a los Beatles esto no hubiera pasado, esto nos pasa por estar separados y dejar a los modernillos vagar libres desde sus lofts hasta sus restaurantes de moda, mancillándolo todo sin apreciar nada más allá de la cocaína. Os odió y esta noche me voy a llevar unos cuantos por delante.

Rock and Roll, Baby.



Forma de suicidio recomendada: Como quieras, pero llévate a muchos por delante, antes que se “interesen” por lo que tu más amas

sábado, agosto 05, 2006

carta de suicidio de Robocop

Extracto de grabación de voz obtenido del disco duro del agente 007831-B, nombre en clave Robocop. El agente fue encontrado en el fondo de la Bahía de Seattle a las 15:30 horas del 14 de junio.

“Soy un hazmerreír, estoy harto de que los niños me tiren imanes y no los pueda matar debido a algún estúpido protocolo insertado en mi CPU. No es que me cabree lo que hacen los niños, no estoy capacitado para cabrearme, objetivamente lo percibo como un sabotaje a mi sistema que empeora mi ya de por sí mala motricidad.
Bueno, eso ya da igual, si alguien está oyendo está grabación es por que han encontrado mi… ¿Cadáver? No, yo ya llevo mucho tiempo muerto. Si escuchan esto es que han encontrado la lata que rellenaron con los restos cárnicos de lo que algún día fue un hombre, y supongo que debido a su naturaleza humana, es decir curiosa, querrán saber que ha llevado a esta gigantesca tostadora a poner fin a su… funcionamiento.
En algún lugar latente de mi cerebro, alguna parte que no tendría ni trozos de metal o cableado, yo sentía algo cercano no a la tristeza si no a la desolación pura, algo humano que quedaba en mi luchaba por morir del todo, quizás con la intención de liberar mi alma, algo curioso pues en todo los archivos que he leído sobre mi pasado expone claramente que yo me definía como completamente ateo. Y ahora estoy aquí, un desecho de acería luchando por librar a su alma, como Charly 5.
Pero claro, yo no podía decidir acabar con mi existencia y hacerlo, soy una máquina, mi mente electrónica me da más valor objetivo vivo que muerto, y para los bits eso es lo único que cuenta, era hora de ponerse a trabajar. Primero comencé con el hecho de haber perdido a mi familia, trataba que la electrónica añorara a mi mujer e hijo, ablandar el plástico para aprovechar un resquicio y ¡plam! Acabar con todo. Pero no funciono, objetivamente eran más valiosas todas las vidas que yo salvaba como policía tortuguil que el fin de mi sufrimiento.
Entonces le di la vuelta al problema, en vez de buscar en mí busque en los demás, estudié a los humanos en busca de algo tan grave que objetivamente respaldará mi suicidio. Busque mucho, desde que yo no dormía hasta que los criminales huían de mí interponiendo en mi persecución un escalón. Pero nada daba resultado. Hasta que la broma de un compañero me dio la respuesta, ¡Yo no tengo poya! Me la cortaron. Rápidamente mi CPU se conecto a Internet, es lo que siempre hace cuando le doy excusas para finalizar mi funcionamiento, y no sé lo que encontró pero me dio permiso. Supongo que será porque vio a gente de todo tipo follando, desde enanos hasta caballos pasando por tíos vestidos con llantas de camiones. La simbiosis entre hombre y máquina es imposible sin sexo. Por eso ahora me desconecto, por fin descasaré. Adiós rechinar de articulaciones, adiós interminables descansillos de escaleras.”



Forma de suicidio recomendada: Oxidarse en el fondo de la Bahía de Seattle.